El cristianismo en el África subsahariana

El cristianismo en el África subsahariana

África es un continente profundamente religioso, en donde hay muy pocos ateos y agnósticos. Para ilustrarlo, he aquí una anécdota:

Un político del FRELIMO trató de demostrar que Dios no existe,

una tentativa que fue recibida con cierta ironía por un anciano, quien le preguntó:

“¿Por qué las vacas y las cabras cagan de distinta manera, si ambas comen hierba?”.

El político no supo qué responder. Y el anciano le espetó:

“Si no sabes de mierda, ¿cómo vas a saber de Dios?”.

El dialogo interreligioso es hoy pues un imperativo en África y en todo el globo terrestre. Además, es necesaria la colaboración entre las distintas confesiones  en campos como, la justica social, los derechos humanos, la justicia ecológica, la libertad religiosa, la reconciliación después de los conflictos armados, etc.

Te proponemos un viaje por la historia de las relaciones entre el cristianismo y África. Los cristianos suponen hoy el 46,5% de la población africana total. La suya es la primera religión africana ¿Otra cifra representativa? Uno de cada seis cristianos del mundo vive hoy en este continente.

En un territorio en el que el hecho religioso es un factor clave (tal y como nos lo indica el informe Pew Forum publicado en 2010) y constituye un ingrediente ineludible del caldo político, social y cultural, se hace necesario comprender el papel que el cristianismo jugó en su momento y el que juega en nuestros días.

 

Un poco de Historia del cristianismo en el África subsahariana

La única iglesia que sobrevivió desde los tiempos antiguos en el África al sur de Egipto fue la  etíope. Con una sola excepción: la nubiana del valle del Nilo (Alto Egipto y norte de Sudán), que floreció entre los siglos VI y XIII, para extinguirse después como consecuencia de las pugnas internas y la intervención militar egipcia.

En cuanto al norte del continente, y tal y como podemos apreciar en el mapa que se muestra a continuación, el cristianismo sólo mantiene una presencia significativa en Egipto, y ello a pesar de haber sido históricamente una región clave en la génesis de esta religión.

El desarrollo del cristianismo en el África subsahariana fue frenado por las prácticas esclavistas que caracterizaron la relación entre las potencias europeas y el continente africano.

No sería hasta finales del siglo XVIII e inicios del XIX, cuando los misioneros protestantes, de orientación pietista y abolicionista, iniciaron el proceso de evangelización de esta región.

A ellos les seguirían inmediatamente los católicos, de tal forma que hoy en día el cristianismo es una de las religiones más representativas de África y con mayor crecimiento: en 1957, por ejemplo, los católicos eran unos 20 millones; en 1997, se hablaba de 109 millones. En el 2000 se contaban ya 123 millones.

 

Los tres encuentros entre el cristianismo y África

  1. El primer encuentro de África con el cristianismo (62-1500) incluye al nacimiento y florecimiento del cristianismo en Egipto y su propagación desde allí hasta Nubia (hasta el 1250) y Etiopía.
  2. El segundo encuentro de África con el Evangelio se produjo en los antiguos reinos africanos (1500-1800).Las expediciones portuguesas y las misiones de ultramar multiplican los contactos entre Etiopía, la costa oriental africana y el catolicismo europeo.  Tras siglos de separación, pudo establecerse por fin un contacto fluido entre los cristianos etíopes y sus correligionarios de Europa.

Sin embargo, las diferencias doctrinales eran muy profundas y los misioneros católicos acabaron siendo expulsados del país.Más al sur también se dieron experiencias muy interesantes. El Congo cristiano vivió un primer encuentro en tiempos del rey Alfonso (1506-1543), con la misión capuchina. El Monarca y su corte se convirtieron al catolicismo y adoptaron los modos de vida de las cortes europeas.

Lamentablemente, los gobernantes portugueses veían este reino como un mero proveedor de esclavos, lo que redundó en poco tiempo en su desmembramiento y en el confinamiento del catolicismo a unos pocos enclaves.

Algo parecido ocurrió con el  Impero del  Monomotapa, en los actuales Zimbabwue y Mozambique (1560-62), víctima en este caso de la avidez sobre su producción aurífera.

Una y otra vez, los objetivos evangelizadores chocaron de manera dramática con el modelo de colonialismo depredador instaurado en este primer momento.  En un contexto semejante, las misiones de los dominicos (1577) y de los jesuitas (1607) poco podían hacer.

Durante esta época (1500- 1800) la predicación cristiana se enfrentó a grandes dificultades, por causa de lo dilatado de los viajes por mar, clima, las enfermedades, los enfrentamientos militares, las propias deficiencias del método misionero y la crueldad de la trata de esclavos.

  1. El tercer encuentro de África con el cristianismo (1792-) comienza con la llegada de los protestantes y de sus sociedades misioneras, que introdujeron nuevos métodos de evangelización. También en esa misma época llegaron los antiesclavistas, las exploraciones y el colonialismo.

Sin embargo, es a partir de principios del siglo XX cuando se produce el verdadero tsunami de las conversiones. A principios del siglo XX, los musulmanes y los cristianos eran sólo una pequeña minoría, sumando ente ambos menos del 25% de la población. La gran mayoría de ésta seguía practicando sus religiones ancestrales.

 

Siempre hay un plan B

A lo largo del pasado siglo, las tornas han ido cambiando. El número de musulmanes se ha multiplicado por 20, hasta sumar unos 234 millones en 2010. Los cristianos han experimentado un crecimiento  incluso mayor, multiplicándose por 70 su número, pasando de 7 a 470 millones en esa misma fecha.

Aun así, persiste un temor generalizado a las fuerzas malignas, lo que hace que, por si acaso, uno siempre recurra al hechicero, a su relicario y a su parafernalia, no vaya a ser que el Dios de los cristianos y los musulmanes no escuche las oraciones ni atienda las peticiones de sus fieles con suficiente rapidez;  una especie de Plan B.

Por ejemplo, en cuatro países (Tanzania, Mali, Senegal y Sudáfrica) más de la mitad de las personas entrevistadas creen que los sacrificios a los antepasados o espíritus pueden protegerles de daños. Y un significativo porcentaje de cristianos y musulmanes – una cuarta parte o más en muchos países – afirman creer en el poder protector de los encantamientos y de los amuletos.

Además de mostrar un nivel alto de fe en el poder protector de las ofrendas sacrificiales y de los objetos sagrados, más de uno de cada cinco, en todos los países, decían creer en el mal de ojo, o en la capacidad de algunas personas para lanzar maldiciones o encantamientos maléficos.

La evangelización, según Plácido Tempels (1906-1977), debería empezar por la aceptación de los valores espirituales de África, y no con la imposición de una civilización cristiana monolítica importada directamente desde Europa. Este ha sido, según una gran parte de los misioneros contemporáneos, el principal error cometido en el pasado.

 

El cristianismo en el África subsahariana de hoy. Algunas cifras

Como se ha señalado ya más arriba, los cristianos de África suponen un 46,5% de la población. Hay así 352.538.000 cristianos en el conjunto del  continente. Su distribución por confesiones es la siguiente:

  • Católicos: 112.871.000 (15.5%)
  • Protestantes ortodoxos: 176.098.000 (23,2)
  • Coptos: 32.880.000 (4.3%)
  • Movimientos carismáticos y pentecostales: 25.000.000 (3,5%)

Los diez países con mayor número de cristianos en África subsahariana (Nigeria, Congo, Etiopía, África del Sur, Kenia, Uganda, Tanzania, Ghana, Angola, Madagascar) reúnen entre todos  a aproximadamente uno de cada seis de los cristianos del mundo.

Los países con mayor número de católicos son: RDC, Nigeria, Uganda, Tanzania, Kenia, Angola, Ruanda, Burundi, Madagascar y Camerún.

Echemos ahora un rápido vistazo a algunas de estas denominaciones cristianas:

 

Movimientos carismáticos o pentecostales, surgidos de iglesias protestantes

Kimbanguismo

La Iglesia de Jesucristo sobre la Tierra, más conocida como la Iglesia kimbanguista, es una iglesia independiente africana de carácter carismático. Sus orígenes están en el baptista.

Su fundador fue Simon Kimbangu, nacido en la actual República Democrática del Congo. Comenzó el desarrollo de la doctrina en 1921, predicando sobre el amor al prójimo y la práctica de buenas obras. Proscribía las bebidas alcohólicas, el baile, las drogas, el tabaco, la poligamia, el adulterio y el consumo de carne de cerdo.

La iglesia kimbanguista identifica a Simón Kimbangu con el Espíritu Santo y a Jesucristo como el redentor de la humanidad. Afirma contar con 17 millones de miembros repartidos en el África Subsahariana, especialmente en la RDC, donde representa el 10% de los creyentes.

 

Tocoísmo

“Tocoístas” es el nombre dado a los seguidores del profeta Simao Gonzalves Toco Angola (1918-1984), aunque su movimiento posee el nombre oficial de “Iglesia del Nuestro Señor Jesucristo en el Mundo”.   Procede igualmente del baptismo.

Se trata de uno de los mayores movimientos cristianos en Angola, con sedes, además de en Luanda, en otros países africanos y en Europa.

El movimiento nace en 1942, cuando Simao Gonzalves Toco decide lanzar un coro musical con cantantes zombos, al que llamó Coro Kibokolo. En 1946, su coro fue invitado para intervenir en la Conferencia Misionera Protestante Interracial, celebrada en julio 1942 en Leopolville, hoy Kinsassa.

El 25 de julio 1949 tiene lugar un acontecimiento trascendental para la historia de este movimiento. En el curso de una oración colectiva, Simao pide al Espíritu Santo que descienda sobre África. Muchos de  los presentes aseguraron después que el suelo tembló y que sintieron la presencia de un fuerte viento.

Para sus seguidores, en aquel día, el Espíritu Santo descendió, en efecto, sobre África con el fin de hacer retomar a  la iglesia la senda original del tiempo de los apóstoles.

A partir de entonces, el movimiento viviría momentos difíciles, pues las autoridades portuguesas lo consideraron un peligro para el orden público y lo persiguieron con saña. Su líder fue deportado a Madeira y no pudo regresar a Angola hasta 1974, tras la desaparición del imperio colonial portugués.  Falleció diez años más tarde, en 1984.

Bisaka

Algunos fundadores o profetas cuando se sienten inspirados, fundan su propia religión, pero no llegan a autodenominarse “dios”. Desteo Bisaka, fundador del movimiento bisaka, se llama a sí mismo “El Todopoderoso Bisaka”.

Hijo de un buen catequista de Naynseke, al oeste de Uganda, era uno de los maestros de la escuela primaria de Muhorro.  Era un activo miembro en la escuela y en el consejo parroquial. Se hallaba dotado de una buena psicología para la enseñanza, y además poseía talento musical. Incluso fue secretario y presidente del consejo parroquial de Muhorro. Siempre mostraba dos aspiraciones profundas: tener dinero y poder.

Estas dos ambiciones las pudo satisfacer cuando en 1979 fundó un nuevo grupo religioso, presentándose como curandero y hombre de poderes extraordinarios.

En 1980, el gobierno prohibió la secta de Bisaka, porque sus prácticas eran peligrosas y la gente se moría en sus dependencias.

Hoy en día, su grupo sigue creciendo y hasta los políticos buscan su ayuda y sus votos. Cuenta ya con 2 millones de seguidores, repartidos por todo el país. Algunos dicen que incluso tiene seguidores en Ruanda, RDC y en Sudán del Sur.

 

Iglesias protestantes de carácter congregacional. Los menonitas y los evangélicos

 

Los menonitas

Se trata de una rama pacifista y trinitaria del movimiento cristiano por una reforma radical. Los comienzos de esta congregación los encontramos en los Países Bajos cuando Menno Simons (1496-1561), sacerdote católico de los Países Bajos, decidió unirse a los anabaptistas pacifistas. La influencia de Menno Simons llego a ser tan notoria que comenzaron a llamarles menonitas.

En 1788, a invitación de Catalina la Grande, emperatriz de Rusia, un grupo de agricultores menonitas de Prusia emigraron a Ucrania. Luego lo hicieron a EEUU y Canadá en 1873 y a Argentina en 1877.

Sin embargo, aunque muy extendidos por el mundo, hay hoy más menonitas en África que en cualquier otro continente: allí cuentan con 530.000 de fieles mientras que en América y Asia tienen 500.000 y 541.000 respectivamente.

Iglesias protestantes de carácter nacional: anglicanismo y metodismo

 

La Iglesia anglicana

La iglesia de Inglaterra vive en comunión con el arzobispo de Canterbury, pero la autoridad final reside en la Reina de Inglaterra. La iglesia anglicana es la más presente en África, sobre todo en África Oriental, y antiguas colonias británicas.

El metodismo

El metodismo se originó en la Gran Bretaña del siglo XVIII. Sus principales características son la valoración de la experiencia religiosa íntima y un fuerte sentido social. Originalmente arraigó sobre todo entre  trabajadores, granjeros pobres y esclavos.

Hoy en día es mayoritariamente africano con 130 iglesias y 24.884.398 miembros, En el África cristiana y moderna el puesto de honor, entre las primeras iglesias locales, corresponde sin duda a Ghana y, más exactamente, a la iglesia metodista entre los Fanti.