La música en Cabo Verde bajo la dominación colonial

La música en Cabo Verde bajo la dominación colonial

Escrito por Juan Antonio Jiménez Sanabria, antropólogo y musicólogo, Alumno del Máster “Cultura y pensamiento de los pueblos negros»

La música cumple un papel fundamental como medio de expresión y comunicación en la historia de la humanidad: nos identifica como individuos y como comunidad. Cualquier cultura bajo dominación colonial ha sufrido transformaciones culturales y sociales, y la música ha servido, no solo como un medio para mantener las tradiciones, sino también como fuente de identidad comunitaria. El escritor nigeriano WholeSoyinkalo expresa así: “la música en la cultura africana cumple una función social que permite, mejor que cualquier otra forma de expresión artística, aprehender
de inmediatamente la realidad cultural viva
” (Soyinka, 2010, p. 633) . Es lógico pensar que la mayoría de las sociedades africanas que mantienen sus
tradiciones culturales conservan también su tradición musical, mientras que las sociedades que han tenido un contacto más frecuente con Occidente han incorporado elementos de esas culturas a las suyas propias, dando lugar a procesos de hibridación:
Fue el encuentro con Occidente lo que provocó el surgimiento de las músicas híbridas. Oriente y África se convirtieron en alumnos de Occidente.” (Van Khe, 1973,p. 9) .

Acostumbrados al análisis melódico-formal y académico de Occidente, heredado de la tradición clásico-romántica, la metodología aplicada hacia modelos culturales ajenos se hacía someramente complicada. Una visión eurocéntrica añadida, condujo a la negación de la historia de la música africana durante mucho tiempo. Debido a ello, durante la época colonial, muchas de las manifestaciones musicales tradicionales africanas fueron completamente censuradas, tildadas de “bárbaras”, “primitivas” y “sin sentido”. Pero, aunque sea en la clandestinidad, la música siempre ha sobrevivido a los envites de cualquier intento de aniquilación. Gracias a la tradición oral, tan arraigada en el continente, nos ha permitido conocer el patrimonio etnomusical africano.

Es por esto, que el filósofo Umberto Eco en su ensayo La definición del arte,defendió que la música no es un lenguaje universal: “la tendencia a ciertas soluciones y no otras es fruto de una educación y de una civilización musical históricamente determinada” (Eco, 1972, p. 172) .Para percibir la música en su conjunto, se necesita del dato cultural. Aprehender la cultura significa comprender su música. Son hechos que están íntimamente relacionados. La música se aprehende en un contexto sociocultural determinado, y lo que para unas culturas,fenómenos sonoros pueden ser
elementos en crisis, para otras pueden significar soluciones (Eco, 1972) .

Cabo Verde fue colonizada en 1462,y allí, el navegante Antonio de Noli fundó en la isla de Santiago Ribeira Grande (1) , la primera ciudad-colonia de estilo europeo en África.
Sus islas comenzaron a poblarse a partir de 1461 yallí acudían como esclavos, gentes de toda la costa occidental y del interior de África. El censo de esclavos en 1550 estaba en 13.700, llegando a los 14.000 en 1600. Así, entre 1580 y 1640, Cabo Verde se convirtió en el mayor depósito de esclavos bajo dominio portugués (Lobban & Saucier, 2007) .
Con esto, la población nativa caboverdiana surgía de la diversidad de esclavos que poblaron las islas, y los colonos portugueses; dando origen al crioulo.

Despojados de toda identidad, la música viajó en la mente y corazón de lo que antaño fue una persona libre y ahora un esclavo. Fue el caso de Angola, donde los angoleños trasladaron al archipiélago una forma similar allundu, el batuko o batuque, en la isla de Santiago, un género eminentemente femenino, donde se mezclan la percusión, el baile y el canto: “originalmente una música percusiva tocada por mujeres hecha de ritmos batidos sobre tela, acompañados de cantos improvisados masculinos o femeninos […]. Considerado hoy en día como el más tradicional de los géneros musicales de Cabo Verde” (Sieber, 2005, p. 128) .

El batuque es una de las señas de identidad de la cultura de resistencia caboverdiana.
La temática de los cantos es variada, y aunque algunas pudieran tener un carácter más lúdico, fundamentalmente tiene un contenido social, reivindicativo y de protesta: “las mujeres cantan sobre trágicos sucesos a lo largo de la historia, como la hambruna de la década de 1940, que mató a más de 50.000 caboverdianos. […] sobre los contratos de trabajo en las plantaciones de Santo Tomé durante la década de 1970, que se
asemejaban a una forma de esclavitud del siglo XX
” (Carter & Aulette, 2009, p. 122) .

Prohibida durante la colonización portuguesa, mantuvo su esencia bajo la clandestinidad: “Durante el colonialismo, el rey Manuel I de Portugal aprobó una ley que prohibía la danza, junto con otro tipo de danza, el funana” (Carter & Aulette, 2009, p. 121) .La Iglesia también entró en juego por considerarlo un: “… estilo de baile sexualmente provocativo”. Así las autoridades comenzaron a prohibir todo tipo de bailes relacionados con el batuque: “tendieron a menospreciarlo como vulgar. […] que se proyectaba como «demasiado africano» y «demasiado primitivo»” (Lobban, 2018, p.75).

Estas manifestaciones volvieron a recuperarse y a tener peso en la tradición caboverdiana con la independencia del país en 1975. Al contrario de lo que ocurriría con otros géneros tradicionales que recibieron una mayor influencia colonizadora y de la diáspora, el batuque es un género profundamente africano.

Igualmente sucedió con la tabanca, siendo una de las manifestaciones culturales más antiguas de Cabo verde. Tiene relación con el campesinado y las zonas más rurales. La tabanca: “se deriva de la palabra criolla que significa «aldea». Los comités de Tabanca fueron formados por el PAIGC (2) en aldeas de las zonas liberadas de Guinea-Bissau durante la lucha nacionalista; sirvieron para vincular el partido con el campesinado” (Lobban, 2018, p.77).

Según algunos autores, tiene su origen en el s. XVI, pero no es hasta finales del siglo XVIII y comienzos del XIX cuando comienza a ser documentada: “surgió en el siglo XVI como una forma de resistencia al poder colonial portugués, que, bajo la influencia de la Iglesia Católica, lo identificó con reminiscencias animistas, lo prohibió por ley en el siglo XIX y así lo transformó en ceremonia clandestina y símbolo de la resistencia
colonial
” (Pinto Machado, 2019).

En Cabo Verde, el término tabanca tiene relación con los aspectos de la vida musical de los badius (3) rurales: “usan el término para referirse a una danza procesional realizada en ciertos festivales en São Tiago, especialmente durante la fiesta de São João. Durante este baile, los participantes caminan libremente por todo el pueblo, cantando, aplaudiendo y bailando al ritmo de la música. acompañamiento de tambores, caracolas y pitos” (Pinto Machado, 2019) .

Autores como José María Semedo y María R. Turano, han dedicado esfuerzos al estudio de la tabanca. Aún así, todavía hoy no hay una documentación muy extensa sobre esta práctica, y fue de nuevo tras la independencia del país, cuando surgió una revitalización de esta experiencia cultural genuinamente caboverdiana.

El batuque y la tabanca son dos modelos, que no únicos, de la cultura de resistencia caboverdiana al poder colonial. Junto a otras formas derivadas como el funana o el finaçon, u otras expresiones relacionadas con la tradición oral como las cantigas de trabalho, son ejemplos de como la música forma parte de la identidad individual y colectiva. Resurge y conserva las tradiciones en la memoria, independientemente de los procesos de aculturación impuestos en las sociedades africanas.

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(1) Actual CidadeVelha.

(2) Partido Africano para la Independencia de Guinea y Cabo Verde.

(3) “La isla de Santiago era el corazón sangrante de una cultura de recalcitración, los Badius eran sus embajadores más feroces, resistiendo lo que C.L.R. James llamó la ´violencia especial de los dueños de esclavos y el temperamento ardiente de los trópicos». Descendientes de los propios cimarrones de Cabo Verde que se labraron una vida más digna en el interior montañoso prácticamente inaccesible del norte de la isla, Badius se negó a abandonar el control de sus cuerpos o su trabajo. En lo profundo del interior de Santiago, libre de los colmillos del dominio supremacista europeo, la cultura Badiu mantuvo y se basó en su naturaleza distintivamente africana”. Fuente: https://africasacountry.com/

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BIBLIOGRAFÍA

Carter, K., & Aulette, J. (2009). Cape Verdean Women and Globalization: The Politics of Gender, Culture, and Resistance. Palgrave Macmillan.

Eco, U. (1972). La definición del arte. Ediciones Martínez Roca.

Lobban, R. A. (2018). Cape Verde: Crioulo Colony To Independent Nation. Routledge (Taylor & Francis Group).

Lobban, R. A., & Saucier, P. K. (2007). Historical Dictionary of the Republic of Cape Verde: 104. Scarecrow Press.

Pinto Machado, I. (2019). Cabo Verde: Crioulo e tabanka elevados a património nacional. RFI. https://www.rfi.fr/pt/cabo-verde/20190727-cabo-verde-crioulo-e-tabanka-elevados-patrimonio-cultural-nacional

Sieber, T. (2005). POPULAR MUSIC AND CULTURAL IDENTITY IN THE CAPE VERDEAN POST-COLONIAL DIASPORA. Etnográfica, 9(1), 123-148.

Soyinka, W. (2010). As Artes na Africa durante a dominação colonial. En História geral da Africa, VII – Africa sob dominação colonial, 1880-1935 (pp. 625-655). UNESCO.

Van Khe, T. (1973). La música de Oriente en la encrucijada. Música de siglos, 6-12.