LOS SONIDOS DEL IMPERIO De MALÍ (VII). EL DONSO N’GONI Y LOS DONSO DE MANDÉ

LOS SONIDOS DEL IMPERIO De MALÍ (VII). EL DONSO N’GONI Y LOS DONSO DE MANDÉ

Escrito por Judit Torrent Navarro. Enfermera y Técnica de Cooperación. Alumna del Curso Cultura y pensamiento de los pueblos negros 

El donso n’goni es el instrumento por excelencia de los guerreros, los cazadores míticos de mandé. Es el instrumento de las sociedades de cazadores tradicionales en África Occidental, que encontramos mayoritariamente en Mali, Guinea, Burkina y Costa de Marfil.
Está hecho con una calabaza atravesada por una caña a la que se unen 6 cuerdas y un nyenyemo, broche colocado en la parte superior del mástil. Se afina en escala pentatónica.

La manera general de tocarlo es dejándolo colocado en una posición de 45 grados respecto al cuerpo del músico, sujetando éste el mástil con la mano derecha, mientras con el pulgar hace vibrar las cuerdas. El índice y pulgar de la otra mano hacen lo mismo con las cuerdas cercanas a la calabaza o caja de resonancia. Cuando se toca es acompañado de un tubo de metal rascado con un hierro.

En bambara se llama n’garanya nekeshie, de neke, “hierro”, y shie, “frotado”. También puede acompañarlo una flauta corta, que es usada como medio de comunicación entre los cazadores en el bosque. Este instrumento les permite no espantar las posibles presas con el sonido de la voz y evita llamar a las personas por su nombre real, ya que en el bosque los espíritus pueden apropiarse de él y usarlo en contra de la persona si la llaman y esta responde.

El donso n’goni se usa en ceremonias para aumentar el entusiasmo de los donso, antes de sus actividades, para rememorar, mientras se toca, canta y baila, a grandes personalidades de su clan, también suena en funerales y en encuentros donde se narran las historias épicas sobre cazadores y guerreros famosos y de su mitología en general.

N’Gonifô tocando el donse n’goni http://bamada.net

Para tocar el donso n’goni has de ser donso. Has de iniciarte para poder acceder a esta hermandad, regida por estrictas leyes. La solicitud se puede hacer a partir los 21 años, cuando ya has sido circuncidado, y considerado un adulto. La primera condición para empezar la iniciación es que la madre esté de acuerdo con la decisión del hijo de ser donso. Si no es así, se declina su petición automáticamente. También son muy relevantes
las opiniones que se tengan sobre el solicitante, especialmente las que provienen del sexo femenino.

Un donso ha de recomendar al solicitante y ser su tutor dentro de la sociedad iniciática Komo, en donde la persona que lleva más tiempo iniciada es el gran maestro. No es una cuestión de edad ni de apellido, sino que depende de tus acciones, tus grandes cacerías y tu tiempo como donso.

Los donso son los encargados de proteger y de alimentar a la familia, a la comunidad y al país. Esta protección tiene lugar en todos los sentidos; también a nivel mágico, animista, ya que los donso mantienen un vínculo muy profundo con el bosque y sus espíritus. Son guerreros, cazadores, feticheros y curanderos, grandes conocedores de la botánica y sus propiedades.

Se les atribuye la capacidad de convertir personas en animales y de hacer surgir animales a su antojo, según la naturaleza de la ceremonia o necesidades de la comunidad.

Su vestimenta es de algodón teñida con tintes naturales. Esta técnica es llamada bogolán y les ayuda a camuflarse, a ser parte del bosque. En ella se cosen gran cantidad de amuletos y cauris como símbolos de protección.

En los donso encontramos representantes de todas las etnias, sobre todo malinké, bambara, dogón, soninké, fulani y otras que forman el territorio mandé.
Encontramos en ellos apellidos de familias de alto rango, normalmente de guerreros, como los apellidos mandinga y bambara Keita, Cámara, Diarrá, Coulibaly, Traoré, Koné, Konaté y Maricó y los fulani Sidibé, Sangaré, Djakité y otros.

La comunidad donso no te obligará a renunciar a tu religión, a tus creencias, pero si te pedirá que reconozcas y respetes el mito de Sânènè y Kòntròn, las deidades guardianas del bosque. Todos los donso provienen de ellos y ellos les enseñaron todo lo que saben.

Representan el principio femenino y masculino, Sânènè es la madre de Kòntròn y ella siempre es nombrada primero.
Durante mis pesquisas me he dado cuenta que la separación por significado que hacemos los occidentales de los cazadores y los guerreros para los africanos no es así, para ellos los guerreros y los cazadores se funden en una sola identidad: los donso.

Orígenes de los donso

Según Youssuf Tata Cissé 1 la historia de los donso comienza con los diaruw, cazadores itinerantes que, hace seis mil años, e incluso antes, emigraron desde el Valle del Nilo a los valles de Níger y Senegal. Se han descubierto círculos de piedras levantadas, desde Egipto y Etiopía hasta el Océano Atlántico, de las que se dicen que habrían marcado sus rutas. También encontramos pinturas parietales en el sur de Argelia, que se les atribuyen a ellos.
Los cazadores eran nómadas, de ahí su título de dioula, que no significa comerciante, como creen algunos estudiosos, sino cazador nómada. Sus
descendientes directos son los kakòlò en Mali, algunos senufo, dogón y gabibi.
Estos pueblos cazadores descendieron hacia el sur, a medida que avanzaban las sequías.
En sus rutas siguieron a la famosa estrella Sirio. Los dogón y Malinké tienen un cálculo de tiempo basado en el ciclo de Sirio que es de sesenta años y que determina la ceremonia del Sigui, importante ritual de regeneración y de recuerdo de los antepasados, que se celebra con una gran presencia de máscaras kanaga, las cuales representan los ancestros, la unión del Cielo y la Tierra y que con sus gestos unen el pasado, el presente y el futuro.

Los rituales actuales conservan tradiciones ancestrales. Antes, cuando un gran cazador había derribado una hermosa pieza, durante las grandes ceremonias anuales se dedicaba a imitar las acciones que había realizado para enfrentarse a la bestia. Se vestía con los cuernos o la piel animal. Se enmascaraba y desempeñaba, tanto el papel de la bestia como el del cazador. Estas expresiones han derivado en las máscaras tan usadas en rituales, ceremonias y celebraciones.

El sigui dloki, la vestimenta del búfalo, es un ejemplo. El animal más aterrador de la sabana, para los cazadores, no es ni el elefante ni el león, sino el búfalo. Nos encontramos con la representación de este en los frescos de Tassili 2 . Él es el dios del monte. Se llama Damba y todavía es muy popular hoy en día.

Pinturas rupestres de Tassili

Sundiata Keita, el fundador legendario del Imperio de Malí, era también un donso y uno de sus títulos era el de Simbon, que significa gran cazador, perteneciente a la orden instituida por su abuelo Mamadi-Kani.
Interpretes famosos de donso n’goni son: Toumani Kone, Sambouni Diakite, Yoro Sidibé, Sekoubá Traore, entre otros.

Cómo el león se convirtió en rey. Historia tradicional mandinga 3 .Al principio el león no era rey de los animales. Lo era Dankelé, un gran búfalo negro.
Dankelé era un tirano terrible, un rey que gobernaba sin fe ni ley.
En aquella época solo había un rio a donde ir a beber, pero ningún animal tenía el derecho de hacerlo antes que Dankelé. Dankelé no solo calmaba su sed, sino que se tomaba su tiempo chapoteando y haciendo sus necesidades en el agua para dejar luego que los otros animales bebieran del agua sucia.
Era injusto, pero era así. Un día la leona madre no pudo esperar el permiso del rey, su hijo estaba a punto de morir de sed, le dio un poco de agua y ella también bebió. El rey Dankelé llegó con su séquito que le halagaban en cantos:

¡Oh! gran búfalo!
¡Eres más grande que Sundjata el Grande!
¡Eres más grande que Da Monzon el Grande!
¡Eres más grande que Alejandro el Grande!

Pero el Rey Dankelé al llegar cerca del río vio que alguien había bebido antes que él. Reunió a todos los animales y les advirtió que si no le señalaban quien había sido el culpable, culpables lo serían todos.

Los animales, aterrorizados, se miraban los unos a los otros, ninguno quería la responsabilidad de denunciarlos delante del Rey. La hiena lo hizo y el Rey aplasto a la leona con sus fuertes patas. El pequeño león escapó, se escondió y esperó y esperó hasta que se convirtió en un gran león.
Un día, con un gran rugido que se escuchó por toda la selva le preguntó al búfalo:

-Búfalo, ¿dónde está mi madre?

-¿Tu madre, la leona?

Uno de sus consejeros le explicó que era el hijo de la leona que mató hacía unos años.

-¡Ah sí!, es verdad. Es la ley, no soy yo. La ley es la ley. Se le aplicó la
ley- dijo titubeando.

La ley se aplica a los más débiles es injusta

Y el león se tiró encima del búfalo, lo derrotó y liberó al pueblo de los animales. Desde ese día el león es el rey de los animales y se esfuerza para ser estricto y justo y aunque es muy fuerte nunca ataca a los más débiles o pequeños.

En este cuento podemos ver reflejados algunos de los principios recogidos en la Kurukan Fuga, el respeto hacia la vida de los seres vivos, el cuidado de los más pequeños y débiles y la lucha contra las injusticias.

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1 Etnólogo e historiador maliense y especialista en la literatura oral. Maestro donso iniciado.

2 Sur de Argelia, en Tassili. Grabados y pinturas rupestres de unos 5000 años, que son un legado del
hombre prehistórico y son también una especie de desafío y de testimonio, pues en él se encuentran
registros de los cambios climáticos, la evolución del ser humano, los animales que allí vivían, es decir, en
estas pinturas el hombre antiguo dejó plasmadas escenas de su vida diaria, evolución y creencias
religiosas. Tassili: tras sus extrañas pinturas | SER Historia

3 Cuentos Mandingas. Wanafrica Ediciones.