Cuando es difícil hablar, tres poetas africanas se atreven a hacerlo

Cuando es difícil hablar, tres poetas africanas se atreven a hacerlo

Escrito por Mª Eva Torre Fernández, profesora de inglés de secundaria y doctora en Filología inglesa por la Universidad de Oviedo. 

Warsan Shire, Titilope Sonuga y Koleka Putuma, ¿quiénes son y qué tienen en común?

Son tres poetas africanas contemporáneas, las tres muy jóvenes, de menos de 40 años. Las tres tienen orígenes distintos: Warsan Shire nace en Kenia de padres somalíes, Titilope Sonuga es nigeriana y Koleka Putuma es sudafricana. Una de ellas está en la diáspora, Warsan Shire, que reside en Londres, aunque nunca alejada de las historias que ocurren en África; Titilope Sinuga ha vivido en la diáspora, ya que partió a Canadá con su familia cuando era una niña, pero ha regresado a Nigeria; y Koleka Putuma continúa en su país de origen, Sudáfrica. Las tres comparten la poesía y la utilización de caminos alternativos para atraer más audiencia o interactuar con medios como Youtube, la palabra hablada, el podcast, el vídeo, la música y la interpretación. Las tres son mujeres “de rompe y rasga” entregadas a la causa de ser mujer y negra hoy en día.

Warsan Shire saltó a la fama cuando la cantante Beyoncé utilizó sus versos en el álbum “Lemonade” (1) . Se convirtió en un fenómeno poético de masas y en la poeta política y feminista del momento. Su poema “Hogar” es conocido en el mundo entero por haber “reunido el clamor universal a favor de los refugiados”. Sus dos obras, “Teaching my Mother How to Give Birth” (2) (2011) y “Her Blue Body” (3) (2015) tratan de los problemas e historias de las mujeres somalíes que la rodean, su madre, su abuela, sus tías, sus primas… Explora temas tabúes ,como la violencia sexual, la mutilación genital femenina, la infidelidad, el trauma de la guerra, la poligamia y la resistencia a ciertas tradiciones que deberían ser superadas porque perjudican a la mujer permanentemente.

Titilope Sonuga ha sido la primera poeta nigeriana que ha actuado en una inauguración presidencial en su país (de Muhammadu Buhari en 2015), con el poema “I Am Ready” (4) . Además de sus obras escritas “Down to Earth” (5) (2011) y “Abcess” (6) (2014), tiene un álbum hablado, “Mother Tongue” (7)
(2013) y ha escrito el musical “Ada the Country” (8) (2020). Es actriz y artista de la palabra hablada. Su obra se caracteriza por “la vida que emana de sus palabras. Son versos que emanan humanidad por sus poros, radiando belleza y profundizando en el significado de la existencia humana”.

Koleka Putuma es desde 2018 la poeta más vendida de la historia sudafricana. “Collective Amnesia” (9) (2017) se ha convertido en un texto clave para entender la Sudáfrica poscolonial, particularmente por centrarse en los cuerpos de las mujeres negras y las identidades homosexuales. Su obra, además de explorar las experiencias vividas por la comunidad negra en la Sudáfrica posapartheid, habla de aquello que no se dice, que se guarda bajo la alfombra en las familias, entre los colegas o en nuestras relaciones. Como las otras dos poetas de este artículo, domina la palabra
hablada, estudió teatro e interpretación y ha trabajado como productora y escritora teatral.

Efectivamente, de lo que se guarda bajo la alfombra habla su poema “Oh DearGod, Please! NotAnother Rape Poem!” (10) . De los familiares que violan en secreto a las niñas, un secreto a voces en las reuniones familiares, pero de lo que nadie puede hablar:

  • algunas veces [el tío] es un aire acondicionado que por pereza nadie ajusta o apaga
  • algunas veces a [las hijas] no las dejan solas con él

Y las pobres hijas tienen que vivir el infierno:

  • (algunas veces) el infierno arde entre sus muslos también

Culpándolas a ellas, no al verdadero culpable:

  • es más fácil hacer [al niño] responsable de una mentira que hacer [al tío] responsable de una verdad.

Terrible realidad que Koleka se atreve a sacar a la luz, además de otros temas valientes y tabúes de la sociedad sudafricana, como los asesinatos de lesbianas, la religión, el hidrocolonialismo o el racismo económico.
La violación es también el tema velado y sutil del poema de Warsan Shire “Your Mother’s First Kiss” (11) :El primer chico que besó a tu madre después violó a muchas mujeres cuando estalló la guerra.

Algo ocurrió hace muchos años y estaba casi olvidado:
Al despertar vio que tenía el vestido húmedo y pegajoso
en el estómago, con mordiscos de media luna en sus muslos.

La violación no es menos dolorosa por el hecho de parecer un sueño. Hay un instante de revelación cuando se da cuenta de que ella misma es fruto de ese momento de violencia:

… Tú estabas con ella, agarrando una bolsa
de dátiles al pecho, y la oíste soltar un profundo suspiro de angustia,
cuando se dio cuenta de cómo te parecías a él.

Por último, el poema “Take Back theNight” (12) , de Titilope Sonuga, podría haber sido escrito por cualquier mujer joven occidental gritando por su libertad en una manifestación del 8 de marzo. Como una reivindicación feminista a la que estamos acostumbrados hoy en día, Titilope grita el derecho de caminar sola por la noche sin miedo:

Es de noche
Y en algún sitio alguna mujer teme por su vida

Lo que teme es algo que solo una mujer puede sentir, el miedo a ser violada y, sobre todo, a ser culpada a pesar de ser la víctima, a no ser creída y ser deshonrada y estigmatizada:

Recordará
las lecciones que le metieron en la cabeza                                                                                                                                                                                              desde el día que vino al mundo
[…] No hables con extraños
No entres en su coche
[…] Tu cuerpo es un templo
[…] Te preguntarán si llevabas minifalda
¿sonreíste demasiado?
¿sostuviste la mirada?

El “no es no” que cantamos hoy por nuestras calles con libertad se convierte en sutil verso del poema:
Y un no parece solo una sugerencia.

Porque

En algún sitio alguna mujer
Está haciendo inventario de su cuerpo
Y sus pechos
Sus caderas
Sus muslos

Tres mujeres poetas africanas se atreven sin miedo a hablar de un tema tabú como es la violación, en
plena calle o en el hogar, y se atreven a ofrecer resistencia:
Quizás por esta noche
nos convirtamos en guardianas,
un ejército donde nadie quede atrás,
cubramos los puntos ciegos
y no tengamos miedo a recuperar la noche.

Como dice Koleka Putuma: No quiero morir / con las manos en alto / o las piernas abiertas.

Al fin los temas de las mujeres, considerados hasta hace poco de tono menor, toman la poesía y, con un propósito catártico y sanador, pero a la vez de resistencia y protesta, ayudan a reflexionar sobre la condición humana para intentar así mejorar la realidad de la mitad de la humanidad que había quedado relegada. Cuando es difícil hablar, las jóvenes poetas africanas toman la palabra y se atreven a hacerlo.

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(1)“Limonada”, álbum lanzado en 2016.
(2) “Enseñando a parir a mi madre”, publicado por Valparaíso Ediciones en 2021.
(3) “Su cuerpo azul (o triste)”.
(4) “Estoy preparada”.
(5)“Con los pies en la tierra”.
(6) “Absceso”.
(7) “Lengua materna”.
(8) “Ada el País”.
(9)“Amnesia colectiva”. Se ha traducido al español en la editorial Floresraras (2018).

(10) ”¡Oh Dios mío! ¡Otro poema de violación no!”
(11) ”El primer beso de tu madre”.
(12) ”Recuperar la noche”.